Te animo... a que descubras el Amor.
Que alguien te dé lo que tú no has adquirido por ti mismo/a, que cubra tus déficit, que llene tus vacíos existenciales o que te distraiga de tu aburrimiento...
eso, en ningún caso se llama Amor. Se puede llamar: utilización, remiendo, chantaje emocional o cualquier otra cosa, pero no es Amor.
Antes de amar a otro, hemos de aprender a amarnos a nosotros mismos y conocer nuestra propia "pareja interior", si no queremos que nuestras energías se bloqueen y culpemos al otro o a la otra de ello. No hagamos del amor una excusa para poseer al otro porque no sepamos poseernos a nosotros mismos.
"La necesidad de alguien es la forma más rápida de terminar con una relación".
Cita de Neale D. Walsch.
Pero no hay por qué preocuparse... ¡Similis simili gaudet!. "Lo igual a su igual llama".
En mi caso, nunca he buscado una "media naranja" sino una "naranja entera", que no necesite exprimirme a mí para llenarse él, sino tan solo amarnos y compartir, intercambiar, crecer y evolucionar juntos.
Una relación en la que cada uno aporta lo mejor de sí mismo.
Pero lo mejor de todo, es que cuando dejas de buscar a tu "naranja entera"... ¡APARECE! y creas algo entre ambos que no existía: una relación basada en la afinidad, sinceridad, confianza y respeto mutuo.
La persona que dice no haber encontrado el Amor es porque no ha buscado en el lugar adecuado: dentro de sí mismo/a.
El Amor incondicional compartido existe, apareció en mi vida y te animo... a que aparezca en la tuya.